PRIMERA CANCIÓN DE LA MAÑANA
José Araujo de Souza
Señor,
deja que mis ojos se abran,
esta mañana bajo la luz del sol
y que veo flores, verde de bosques
y el amor de los niños.
Deja que mis pies me guíen hacia el bien
y que una sonrisa persista en mis labios,
durante todo el día.
¿Puedo sonreír al amigo que llora?
y, si es necesario, alimentarlo y calentarlo.
Déjalo, Señor, por un momento,
que sueño con estar contigo.
Haz que mis manos nunca se cierren
en este día pacífico, negando ayuda.
Que pueda ser lo que soy ahora.
Ese orgullo, maldad, desobediencia
no me hagas ser grosero, inhumano.
Y esa noche, Señor, no me acuesto
sin revisar claramente mis errores
y que me prometo a mí mismo y al Señor,
no los cometas más si mañana
Aún vivo.
Deja mi dios esta cancion
sé mi pan de vida y comida
eso me hará un ser más puro.
Que mi mano nunca se levante
para herir al hermano que me atormenta.
Que la verdad sea una constante
en mi vida, y que no miento.
Que sea, Señor mi Padre y Rey del Mundo,
¿Puedo ser útil para mi vecino?
y eso te ayuda a ser bueno, feliz y justo,
consolarte y si llega el momento
de mi despedida, soy fuerte.
Para que pueda merecer el cielo, Señor,
permíteme ser bueno y nunca
de te rindes.